Adoptando su doctrina de socialista, en ese ocasión de la chupa, Ñoco se hizo amigo de Cindy Entes, un cargador de arroz que todos los fines de semana pasa por la principal de la FACSO. Pero esta foto se merece su verdadera historia. No es suficiente con poner la foto y ya. Resulta que a eso de las 13:30. después de que Ñoco terminara su trabajo de radio, salió de la U y cruzó donde la negra Ceci, para "refrescarse" (no se si cuatro jabas de biela se considere "refrescar"). Pues bien... Antes de salir de Radio, Otto, el encragado del área, le regaló media botella de Caña Manabita, un obsequio que inmediatamente fue consumido por Ñoco. Cuando bajó, de un momento a otro, se hizo amigo de Cindy Entes... Enseguida le empezó a brindar Caña y se pusieron a libar como si fueran amigos de la infancia... Por supuesto, Ñoco tampoco es tonto... Detrás de todo esto, se escondía un gran secreto: Ñoco andaba chiro y le apostó el todo o nada a la carretilla de Cindy Entes... Ñoco quería que su nuevo aigo lo dejara en su casa (Alborada 4ta etapa)... En esta parte de la historia, voy a hacer un paréntesis para explicar el por qué pienso que Ñoco estaba abusando... Para los que lo conoce, Ñoco debe pesar unas 270 libras, más o menos... Imagínese pedalear toda la loma par irlo a dejar... Es un crimen... Y Cindy Entes pesará alrededor de unas 170 libras... Es una sacadera de chucha digna de chasquis... En fin, cuando Ñoco le dijo a Cindy: "José (verdadero nombre de Cindy), cierto que tu me vas a dejar a la casa?", Cindy contestó: "Estás tú loco gordo... Yo no llego allá". A lo que Ñoco replicó: "Que guevada, me haces quedar mal. Yo que ya estaba diciendo que mi nuevo pana me iría a dejar a la casa"... Pero bueno, la respuesta de Cindy no era por mala gente, sino que también tenía un secreto: Cindy quería emplutarlo a Ñoco... Ya mismo les cuento para qué... En fin, para esto, Cindy compró con el dinero que ahorró de un día entero de cargar arroz, otra botella de Caña manabita, la cual se chupó seco con Ñoco... Cuando se terminó la segunda botella, y en una desatención del resto de gente que estaba presente, Ñoco me dijo: "Cavagnaro, ayúdame". Le pregunté: "Mijo, qué le pasa?" A lo que Ñoco respondió: "A Cindy se le vira la tarrina"... Lo único que hice fue reirme y hacerle conversa pa que Cindy Entes lo deje de joder... Como Cindy vio que lo estaban barajando, le dijo al Gordo (ahora si leealo con tono de maricón): "Gordo, comprate otra botella". Ñoco le dijo, en tono fuerte: "No, no puedo. Ando chigrrro (antes de las r, siempre se ponen las G con Ñoco porque el se aggrrrecha con G)... Y Cyndi Entes le dije: "Uyy gordo, si ves, pensé que eras mi amigo". Con esta respuesta, la gente se alarmó... Por primera vez en la historia de las chupas en la FACSO, alguien salía del closet con una botella y media de caña (Garnica salió con cuatro piponas y dos pescuezonas)... Como lo dejaron sin pan ni pedazo, ya que el plan de Cindy era comerselo a Ñoco, Cindy agarró su carreta y se fue a la esquina, donde los negros, a sentarse en el resturante... De esta forma, la gente se tranquilizó porque Ñoco andaba medio borracho y talvez, si se tomaba otra botella con Cindy, talvez también se le hacía un caliche la funda (nueva manera de decirle a alguien: ERES MARICÓN)... Pero después de un rato, vemos que uno de los negros dueños del local (Segundo Alejandro Castillo) lo saca cargado a Cindy y lo tira en la carretilla. Lo empuja y lo deja a la vuelta del restaurante... A lo lejos, Ñoco miraba la escena y decía: "Que bestia... Estuve a punto de sergg atggravesado por Cindy Entes... Que guevada"... Esta historia deja de moraleja la siguiente frase: "Se socialista como Ñoco y verás la cantidad de maricones que te saldrán"... UN TIPO SALADOOOOO, UN TIPO SALADOOOO...
